Personalmente considero que la posición de rodilla en tierra, es una muestra indudable de respeto y sumisión hacia la persona que tenemos enfrente nuestra, sea amiga o enemiga. Yo, personalmente, la he utilizado en muy pocas ocasiones para este fin, reconozco que si para otros bastantes más bélicos.
Esta foto está tomada desde el “muro” que existe en la cuesta que da entrada a la Alhambra, para nada preparada, en principio nos podríamos los dos frente a la cámara para tener una foto juntos, pero después de dejarla sobre el muro con el temporizador y lista para realizar la foto, al acercarme a ella, sentí la necesidad de clavar mi rodilla en tierra y sujetar sus manos.
Granada año 1995.
Manuel Henestrosa de Antillon.