martes, 21 de junio de 2011

Granada.

Caminos viejos, con historias escondidas, sierras
blancas, como la sonrisa de un niño,

Atardeceres románticos para parejas locas,

Amores perdidos, sueños rotos, deseos ocultos

Lágrimas frías como la brisa callada

Que recorre tus calles, por las que un día

Caminaron ilusiones moras.

Cierro mis ojos y estoy allí… en el paseo de

Los tristes, con el sol tras de la Alhambra

Que la hace parecer aun más bella.

Dios sabe que no pasa ni un solo día

De mi vida que no te tenga en mi mente…

GRANADA… la que a los mortales nos roba

El alma.
Manuel Henestrosa de Antillón.