Observo que cada día estoy más sólo, o que quizás necesite menos de la gente.
Observo que estoy en un cruce de caminos, y que es importante por cual decidirme.
Observo que no todo el mundo no está preparado para seguirme por ese camino. (Confieso que esto último, cada día me importa menos).
Observo que el tiempo se acaba.
Observo que la gente te usa sin ningún tipo de prejuicio, para después dejarte a un lado.
Observo que lo que observo… no me gusta.
Observo que estoy en un cruce de caminos, y que es importante por cual decidirme.
Observo que no todo el mundo no está preparado para seguirme por ese camino. (Confieso que esto último, cada día me importa menos).
Observo que el tiempo se acaba.
Observo que la gente te usa sin ningún tipo de prejuicio, para después dejarte a un lado.
Observo que lo que observo… no me gusta.
Quizás mi metamorfosis se esta completando y con ella la convicción, de que, todo lo que he sido hasta ahora ya no me valdrá para nada, que es un lastre innecesario del que tengo que prescindir, por muy doloroso que
esto resulte.
No es bueno, cuando empiezas a echar de menos que alguien te acaricie tu rostro, mire tus ojos y te diga, te quiero. Fíjate que tontería, antes tenía miedo de escuchar esas palabras y ahora las echo de menos. (A los golfos no hay quien nos entienda).
No es bueno, cuando empiezas a echar de menos que alguien te acaricie tu rostro, mire tus ojos y te diga, te quiero. Fíjate que tontería, antes tenía miedo de escuchar esas palabras y ahora las echo de menos. (A los golfos no hay quien nos entienda).
Echo de menos hablar, sin miedo a que te reprochen nada, ni a que cuestionen cada cosa que digas, enriquecerte del otro y viceversa. Sin importarte una mierda en que te puedas equivocar. Como me decía Bécquer… si nos equivocamos, nos equivocamos los dos, que dicho sea de paso, sería acertar.
No creo que sea tan difícil conseguirlo, no creo que sea tan malo, ni me haga más raro que los demás, simplemente…diferente, siempre me gusto ser diferente, siempre sentí ser diferente. Ahora ya no lo siento y lo que siento, no me gusta.
A llegado el momento, pero me siento tan solo, tan vacio, tan inútil.
(Manuel Henestrosa de Antillón)