Me gusta dibujar con la mirada el perfil de tus labios, en ese instante, eterno, todo es tan sumamente irreal, tan etéreo, tan del dominio del espíritu, pero a la vez maravilloso, placentero, erótico y prohibido. Sentir como mi yo fluye de una manera tan suave y dulce, dejando tanta paz… sintiendo tanta paz… muriendo con tanta paz.
Manuel Henestrosa de Antillón.
Foto: Manuel Henestrosa de Antillón.