Con la suavidad de una sonrisa
Con la claridad de unos ojos ardientes
Con el brillo de una mirada
Con el ardor de un aliento
Perfumado, suave, dulce, aterciopelado y claro.
Sentir la proximidad de su cuerpo
Notando la calidez de su alma
La rítmica armonía de un corazón
Acelerado por la pasión
Por la locura de un momento
Eternamente esperado y deseado,
Teniendo miedo de despertar
Despertar en cualquier momento de un sueño nostálgico
Que nos hace sentir angustiados
Por ese instante que nos atenaza
Sin dejarnos ni un solo momento de paz
De sosiego, de alegría…
Quisiera ser el que besara tu boca
El que susurrara palabras acarameladas
Y suaves a tu oído…
El que te haga temblar
Con una simple caricia…
El que hiciera fluir a tus ojos
Lágrimas al escucharme decirte… Te quiero.
Siento que lo nuestro es una historia
Inacabada
Que fue pasando
Por una eternidad marchita
Decrépita y frígida…
Nunca supiste leer en mis ojos
Lo que realmente pensaba, sentía y sufría
Tú nunca quisiste tener mi alma
Junto a la tuya…
Tú nunca llegaste a desear,
(Como yo lo hice),
Morir en mis brazos
Sintiendo como yo sentí
Que nuestras vidas se unían…
Formando una.
Manuel Henestrosa de Antillón.