Sabes, en no pocas ocasiones me gustaría ser menos coherente y consciente de la realidad, habitar en un mundo de locos-cuerdos, donde cada día encuentro a menos gente que piense y sobre todo sienta como yo. La gente, por lo general muy general, suelen ser unos hipócritas que se pasan la vida intentando parecer lo que no son, viviendo de las miserias ajenas sin darse cuenta de lo pobre que son sus vidas y de lo vacio de sus corazones. Yo cada día encuentro menos gente que realmente me resulten interesantes, y lo que es más importante, que me entiendan y acepten como soy y lo que soy… cada día más sólo, cada día más “loco” según los parámetros de los demás. Mi gran suerte radica en algo realmente sencillo… cada día me importa menos el mundo y cada día tienen menos capacidad de poder hacerme daño.
Te cuento todo esto, para saber si realmente me entiendes o simplemente te dejas llevar en un mar de dudas y de esperanzas rotas, a las cuales esperas llegar.
Llámame loco si quieres, pero algún día, cuando te sienta preparada, te podre demostrar cuánta razón tengo.
Feliz día… feliz vida.